¡OH CAPITÁN, MI CAPITÁN!
Tras las vacaciones, apenas empezábamos a tomarle el pulso a la semana y la mente volvía insistentemente a lo mismo, cómo organizarse para asistir al curso TIC que el AMPA ofrecía los jueves, de 4h a 5h. a las madres de los alumnos del colegio San Félix. Todas las semanas pasaba igual y para la mayoría de nosotras, arreglárnoslas, suponía implicar a abuelas, tías e incluso madres de compañeros de nuestros hijos, que ejercían de niñeras eventuales, (a las cuales aprovechamos para dar las gracias), comidas contra reloj, cocinas a medio recoger y carreras (¡benditas carreras!).
Por otro lado, aún teníamos pendiente esa tarea que habíamos iniciado utilizando el Notebook, para después, manipular nosotras por primera vez, la pizarra digital, esa galería de fotos que estábamos tan interesadas en aprender a hacer, todas esas dudas que queríamos consultar, y tantas y tantas cosas.
Pero todo ello no tiene ya ninguna importancia, nuestro profesor, guía y mentor Segundo Fidalgo, por motivos de salud, no podrá seguir impartiendo este curso que tantas satisfacciones nos proporcionaba. Desde luego, a el le debemos los conocimientos que sobre Nuevas Tecnologías hemos adquirido, pero no solo eso, además, en algunos casos, nos ha empujado después de muchos años, a coger un bolígrafo (en realidad, sería el Word) para algo más que firmar las autorizaciones escolares de nuestros hijos, hacer la lista de la compra, revisar tareas del colegio, firmar declaraciones de la renta y resolver crucigramas y sudokus. Ha servido, para reflexionar sobre temas que competen a nuestros hijos y a nosotras mismas. Para escuchar y compartir opiniones con otras madres. Nos ha animado a redactarlas y fruto de ello, ha nacido este blog de familias del cual podemos disfrutar toda la Comunidad Educativa.
Podría decirse que somos algo así como un pequeño barco que ha perdido a su capitán, tan sólo quedamos a bordo los marineros, trabajadores infatigables con muy buenas intenciones, pero simples marineros al fin y al cabo. Cierto es que este pequeño barco, nada tiene que ver con un gran petrolero o cualquier otro barco de grandes dimensiones cuyos servicios no sólo son necesarios, sino imprescindibles. Pero para nosotras cumplía una importante misión y desde luego, nos llenaba de ilusión y entusiasmo, (o como dicen algunas, “prestaba”). Seguiremos remando, sobra decir que nuestros remos son pequeños y que nosotras, aún no estamos muy afianzadas en nuestras labores, pero no perderemos la práctica, ilusión y ganas no nos faltan. Nos mantendremos a flote esperando la recuperación del capitán, para seguir abusando de su buena voluntad y de sus ilimitados conocimientos.
Intentaremos que las Candilejas de Roberto Carlos, que ya forman parte de nuestra vida cotidiana, no dejen de sonar y por una vez y sin que sirva de precedente, estaremos encantadas de repetir curso.
Deseándote una pronta recuperación, recibe un cordial saludo de tus “alumnas” del curso TIC.
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